Juguete Sangriento, en honor a Elías Baptista
E lías Baptista fue uno de los primeros en arribar al Taller de Narrativa Antonia Palacios en la Universidad de Carabobo. Yo llegué un poco después y enseguida entablamos una honesta amistad. Era de alma un tanto ermitaña, como la mía, y además compartíamos algunos gustos e ideas. Le gustaban las sagas, como las de Tolkien o Rowling, entre tantas otras menos sonadas, la literatura medieval y fantástica, aunque también leía realismo e incluso ensayos. Leía de todo, la verdad, y en demasía. Elías no era para nada ambicioso en cuanto a sus intenciones como escritor. Una vez le pregunté por qué estudiaba Educación mención Literatura en la UC y me respondió que su deseo más grande era que la gente en general se interesara en la literatura. Era noble y gentil. Recuerdo las ferias del libro, como la FILUC. Al menos por tres años iba con él y Danibia; ellos -sobre todo Elías- gastaban hasta el último centavo en libros: eso les daba un brillo especial a sus ojos. Yo no compraba tantos libr