Cuando éramos niños, Mario Benedetti




Cuando éramos niños,
los viejos tenían como treinta.
Un charco era un océano,
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos,
los viejos eran gente de cuarenta.
Un estanque era un océano,
la muerte solamente
una palabra.

 Ya cuando nos casamos,
los ancianos estaban en los cincuenta.
Un lago era un océano,
la muerte era la muerte
de los otros.
 
Ahora veteranos,
ya le dimos alcance a la verdad.
El océano es por fin el océano,
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

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SOBRE EL BLOG

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Cosas como mi oficio o mi historia a quién carajos puede importar. Basta con decir que vivo con la sangre y leo con el estómago. Este blog es una de esas colecciones tan personales que podemos llamar obsesión o manía. El filtro o principio para la selección de cuentos y poemas, sin duda mis dos géneros literarios predilectos, es la universalidad estética. Prescindo de términos como "contemporáneo" o "barroco". Más allá de corrientes o estilos y otras intelectualoideses , simplemente recopilo a tono obras que me parecen dignas de ser llamadas universalmente bellas. Son dos palabras claves para la empresa, las últimas: si fuera solo la primera debería abstenerme a los clásicos de siempre y caminar derechito allí por donde pseudopiensan los que leen y repiten, con afán caletre, lo que los críticos de antaño en verdad se fajaron pensando para ellos mismos; si en cambio fuera la segunda por si sola tendría entonces una palabra sin contenido, una cáscara vacía, porque t
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